SANTO DOMINGO.- La República Dominicana dejó una grata impresión en el Mundial de Baloncesto, un escenario donde Andrés Feliz mostró su valía y liderazgo en la escuadra quisqueyano.
El base dominicano tomó con responsabilidad su compromiso como la segunda espada en la ofensiva del conjunto dirigido por Néstor -Che- García, detrás de Karl-Anthony Towns y brindó una actuación de calidad en el certamen mundialista.
Con todo y la presencia de Towns en la escuadra dominicana, Feliz demostró en cancha que él es el responsable de dirigir a su equipo, en su papel de armador, mostrando esa autoridad al indicar que hacer a sus compañeros, a quienes logró asistir en una media de 4.8 pases para anotación por encuentro.
El armador quisqueyano no solo se conformó con asistir, sino que fue una presencia debajo de los tableros, donde con sus 6,0 pies de estatura, logró imponer su inteligencia y arriesgó su físico para posicionarse en la toma de rebotes, siendo el segundo mejor jugador del equipo en esta faceta, con 4.6 rebotes que promedió por encuentro.
Ante la necesidad del equipo para accionar en la ofensiva, Feliz no se intimidó y dio un paso al frente, alcanzando un promedio de 16 unidades por desafío, que lo situaron como el segundo mejor hombre en cancha para los dominicanos.
Para lograr esta actuación, Andresito tomó de manos la eficiencia de juego, logrando una eficiencia de 22.0, solo por debajo de 23.0 de Towns.
Esta eficiente labor estuvo respaldad con un 68.3% en tiros de campo (48-21), misma que se incrementa a un 72.2 en lances de dos puntos (18-13), mientras acumuló un porcentaje de triples del 65.2% (23-15), respaldad con una actuación de siete triples encestados en 10 intentos ante Italia, estableciendo una marca de lances convertidos en un partido para un jugador dominicano en un Mundial de Baloncesto.
Feliz demostró su gallardía y que cuenta con todas las herramientas para guiar al equipo dominicano con su trabajo en cancha, en cualquier escenario.