Un senador de oposición, Miguel Ángel Yunes Márquez, dio el voto decisivo al oficialismo para la aprobación de la reforma al Poder Judicial
El bloque oficialista en el Senado de México encontró en un miembro de la oposición el voto clave para aprobar la reforma al Poder Judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para el cierre de su gobierno.
Los senadores afines a AMLO contaban hasta el inicio de la discusión con 85 votos a favor de la reforma, uno menos de los necesarios para obtener las dos terceras partes de la Cámara (de 128 miembros) requeridas para aprobar reformas a la Constitución.
Durante horas hubo incertidumbre en torno a cómo obtendría el oficialismo el voto restante y en la misma sesión se develó que sería el de Miguel Ángel Yunes Márquez.
El político de 48 años llegó a su escaño a través de la siglas del opositor Partido Acción Nacional (PAN), donde ha militado desde la década de 2000.
Los líderes del partido derechista lo habían emplazado a que garantizara su postura en contra, luego de que fuera el único que no lo había expresado públicamente.
La situación se tornó más volátil al arrancar el debate. Yunes Márquez presentó una solicitud de ausencia y su lugar lo tomó el suplente, que era su padre, Miguel Ángel Yunes Linares.
Y la intención de los Yunes quedó revelada al ser recibido entre aplausos y abrazos por los senadores oficialistas.
Desde la bancada opuesta, se escucharon gritos de “¡Yunes traidor!”. Los senadores del bloque opositor protestaron airadamente por que ambos políticos, del estado de Veracruz, hubiesen dado la espalda a sus electores.
Las críticas tuvieron mucho eco en las redes sociales y las protestas al exterior del Senado.
No es la primera vez que la familia se ve envuelta en controversias. Además de críticas por nepotismo, los Yunes se han visto salpicados por escándalos de enriquecimiento inexplicable, corrupción e incluso pederastia.
Senado de la República: Los senadores aprobaron la reforma gracias al voto de Yunes Márquez.
Acomodo
Horas después de iniciada la sesión para aprobar la reforma judicial, Yunes Márquez reapareció para retomar la titularidad de su escaño y finalmente reveló su voto a favor de la reforma al Poder Judicial.
Las nuevas leyes harán posible la controvertida elección vía voto popular de magistrados y jueces federales, entre otros puntos que AMLO dice que son democratizadores de tal poder federal.
“Ni cobarde, ni traidor. Salí del hospital para venir a dar las razones de mi voto y para responder a quienes en los últimos días y también hoy, en esta sesión, me han agredido“, dijo en su discurso Yunes Márquez, quien había citado razones médicas para ausentarse horas antes.
“No puedo aceptar que se me quiera imponer el sentido de mi voto, en ningún caso”, expresó.
“Sé que la reforma al Poder Judicial no es la mejor. Sé que en las leyes secundarias tendremos la oportunidad de perfeccionarla e instrumentarla. Por eso, en la decisión más difícil de mi vida, he determinado dar mi voto a favor del dictamen para crear un nuevo modelo de impartición de justicia“, prosiguió.
“No traiciona quien actúa de acuerdo con sus principios. Se requiere más valor para ir en contra de la corriente que montarse en ella. El tiempo lo dirá”, concluyó.
Después de este voto, no está claro si el grupo de senadores del PAN lo mantendrá entre sus filas o si se sumará a alguno de los partidos oficialistas.
El bloque mayoritario aún tiene más reformas constitucionales impulsadas por AMLO y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, que requerirán el voto faltante.
Pero en la política mexicana es sabido que la familia Yunes se ha caracterizado por su acomodo en diversos partidos. Yunes Linares, el padre, ha sido conocido por su paso por varias fuerzas políticas.
“Lo que vimos el martes es que sus convicciones son muy ligeras y que su concepto de la ética política y pública es muy flexible en su familia. No importa las posiciones políticas o ideológicas, sino cómo encuentran los mecanismo políticos para poder avanzar y crecer”, le explica a BBC Mundo el investigador y analista Ignacio Rodríguez Reyna.
Dulce Olvera, autora de un amplio reportaje sobre la familia titulado “El Clan Yunes”, afirma que es sabido que “a lo largo de tres décadas los Yunes siempre han navegado entre acusaciones, pero con su poder económico han visto salidas, como ahora dando discursos en el Senado”.
Los Yunes de Veracruz
La familia Yunes tiene su origen en Veracruz, un estado del este del país cuya importancia electoral es clave, pues ocupa el cuarto lugar en número de votantes a nivel nacional.
Miguel Ángel Yunes Linares fue quien incursionó en la política desde la década de 1990 a través del entonces hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Ocupó desde entonces diversos puestos públicos y diputaciones locales y federales.
Getty Images: Yunes Linares fue inscrito como suplente de su hijo en la actual Legislatura.
En 2003 fue parte de la disidencia política al interior del PRI encabezada por su mentora, la sindicalista Elba Esther Gordillo.
La ruptura lo llevó a pasar a las filas del PAN, que gobernó el país de 2000 a 2012. Esto le atrajo las primeras críticas por cambio de partido y acomodo vía acuerdos políticos.
En 2010 contendió sin éxito por la gobernación de Veracruz por el PAN y el Partido Nueva Alianza dirigido por Gordillo.
En un segundo intento, ganó en la elección de 2016 en la que tuvo como rival a Héctor Yunes Landa, su primo, candidato por el PRI.
Este último también ha tenido su coto político, siendo diputado federal y local, senador y funcionario por el PRI, así como constante contendiente por la gobernación.
“La gubernatura del PAN fue la primera de oposición después del PRI. Las dirigencias del PAN volcaron todos los recursos para respaldarlo [a Yunes Linares] y por eso se vieron tan dolidos [en el debate de la reforma]”, explica Rodríguez Reyna.
“Han construido un feudo, un cacicazgo político que les ha permitido construir espacios que eventualmente pueden venderlo según su conveniencia”, añade.
Esta construcción de una estructura electoral en Veracruz le sirvió para que dos de sus hijos, Fernando y el actual senador Miguel Ángel Yunes Márquez, hayan podido acceder a diversos puestos.
Fernando Yunes fue diputado local, senador y alcalde de la ciudad de Veracruz por el PAN. También ha sido funcionario federal de procuración de justicia en varias oficinas.
Miguel Ángel Yunes, quien se educó en la Universidad de Miami, ha figurado como alcalde del municipio de Boca del Río, diputado local y desde este mes senador por el PAN.
En 2018 contendió por la gobernación de Veracruz, pero perdió la elección. Su esposa, Patricia Lobeira, es desde 2022 alcaldesa de la ciudad de Veracruz, luego de que su esposo fuera descalificado para el puesto por la autoridad electoral.
Otro Yunes, José Francisco Yunes Zorrilla, ha sido tres veces diputado y una senador.
El político del PRI no tiene un lazo familiar directo con los otros Yunes, pero ha sido considerado “sobrino” político de Yunes Linares por su apadrinamiento en el estado y la relación entre familias.
Pero Olvera advierte que no ha sido un trabajo social lo que ha impulsado la carrera de los Yunes, sino una bien aceitada maquinaria de movilización electoral que actualmente está menguando.
“El arraigo electoral lo han ido perdiendo poco. La familia fue ‘dueña’ de Veracruz durante décadas. Y más que la creencia de los veracruzanos en los Yunes, la principal arma es la económica. Han podido controlar la prensa de Veracruz, que es un fenómeno documentado en México a niveles estatales. A partir de ahí hacen campaña, tener presencia y golpear”, señala la periodista.
Controversias
Más allá de las críticas por nepotismo en los cargos que han compartido los Yunes en Veracruz y a nivel federal, la familia se ha visto salpicada por escándalos de enriquecimiento inexplicable, corrupción e incluso pederastia.
Miguel Ángel Yunes Linares fue señalado por la periodista Lydia Cacho como uno de los “amigos” del pederasta convicto Jean Succar Kuri (fallecido en junio pasado). Víctimas lo señalaron de haber estado presente en reuniones con menores de edad, algo que él siempre ha negado.
Pero su primo Héctor Yunes Landa lo acusó en las campañas de 2016 de estar involucrado en esos delitos: “Hacías fiestas infantiles en tu yate en donde no había precisamente ni payasos ni piñatas”, le dijo en un debate televisado, recuerda Olvera.
Por su parte, Rodríguez Reyna publicó en una revista de circulación nacional sobre los señalamientos en la década de 2000. “Me habló enfurecido, diciendo que si no sabía con quién se metía. Una presunta víctima se retractó ante las presiones brutales”, recuerda.
El político desde entonces ha rechazado las acusaciones: “Categóricamente lo digo, es absolutamente falso el señalamiento de pederastia que me han hecho. Soy un hombre honorable, soy un hombre limpio, soy un luchador social”, dijo en 2016.
Getty Images: Yunes Linares fue recibido entre vítores por el bloque oficialista, lo que perfiló el sentido del voto de su hijo.
La familia Yunes Márquez también ha sido señalada por sospechas de enriquecimiento ilícito y compra de múltiples propiedades en Veracruz, Ciudad de México, Miami, Houston y Nueva York, algo que siempre han rechazado que sea a partir de dinero ilícito.
Omar Yunes Márquez, explica Rodríguez Reyna, es el hijo que no ha estado involucrado en política, pero que ha tenido una muy prolífica carrera como inversionista.
“Un empresario que a sus 29 años ya estaba comprando mansiones, departamentos en Manhattan, Houston, y aquí en CDMX en las zonas más exclusivas. No hay una explicación sólida a eso, todos los ingredientes de una conducta que las autoridades deberían perseguir, pero es sospechosísima”, señala el investigador, autor del reportaje “La insólita fortuna de Omar Yunes Márquez”.
Las investigaciones y denuncias no han tenido avance ante la justicia como para darse la detención de alguno de los políticos. La Unidad de Inteligencia Financiera federal ha realizado indagatorias, así como la Auditoría Superior de la Federación, pero tales procesos no han obtenido órdenes de detención.
Reuters: AMLO rechazó que su partido hubiese pactado algo indebido con los Yunes.
Pero previo al debate de la reforma judicial, líderes de los partidos opositores a nivel nacional señalaron que el oficialismo federal y estatal estaban presionando a sus senadores con investigaciones judiciales para cooptar votos a favor de la propuesta de AMLO.
Y con el voto de Yunes Márquez crecieron las especulaciones. “El propio López Obrador, antes de ser presidente, tuiteaba que los Yunes eran siniestros, que eran parte de la que llama ‘mafia del poder’”, señala Olvera.
Al ser cuestionado sobre ello en su conferencia de prensa matutina, el presidente mexicano dijo este miércoles: “Tengo diferencias con él [Yunes Linares], notorias, como tengo diferencias con muchos otros”.
“Pero siempre en la política hay que optar entre inconvenientes. Y es buscar el equilibro entre la eficacia y los principios”, dijo el presidente, quien aseguró que no negoció “nada, nada” con la familia Yunes.
“Se piensa que hubo una negociación porque ese es uno de los problemas que tienen los conservadores y sus voceros: creen que somos iguales a ellos. No hablé con el señor Yunes ni con su hijo”, subrayó.
Para los analistas políticos, es sorprendente que unos acérrimos críticos de López Obrador hayan súbitamente cambiado sus perspectivas políticas.
Rodríguez Reyna apunta que no tiene pruebas de que haya habido un acuerdo, pero considera que coincide con un “patrón de pactos de impunidad que existe en México” en las altas esferas.
“Políticos hacen cualquier cosa para mantenerse en la impunidad. Se protegen beneficios comunes a cambio de impunidad“, opina.
BBC:
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