Edgar Berlanga no pudo cumplir su promesa de acabar con el reinado impresionante de Saúl “Canelo” Álvarez.
Un aguerrido puertorriqueño fue derribado por la estrella mexicana en el tercer asalto en la derrota por decisión unánime en la pelea estelar por los cetros de la 168 libras en el T-Mobile Arena en Las Vegas, Nevada.
Dos jueces vieron la pelea 118-109, y el tercero 117-110, todos a favor del rey del peso supermediano.
“Me fue bien. Ahora, ¿Qué van a decir? Peleó con peleadores jóvenes. Antes de esto, decían que peleaba con boxeadores viejos. ¿Qué van a decir? Siempre hablan. Soy el mejor peleador del mundo”, dijo Álvarez luego de su fácil triunfo.
Berlanga, de 27 años, perdió su invicto luego de 22 salidas con 17 nocauts ante el peleador, de 34 años, considerado el mejor libras por libra en la actualidad, que mejoró a 62-2-2 con 39 anestesiados para retener sus cinturones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Conocido por noquear a 16 contrincantes en el primer asalto de forma consecutiva, Berlanga se mantuvo precavido con la guardia arriba ante Canelo, el agresor en los dos episodios iniciales.
En el tercero, Álvarez pudo sorprender a su rival con un gancho izquierdo al rostro. El golpe envió a Berlanga a la lona, cayendo sentado, con más de un minuto restante del episodio. El boricua reaccionó molesto por el descuido, pegando sus guantes repetidamente antes de levantarse en medio del conteo del referí.
“Quizá lo pude terminar pero Edy (Reynoso, su entrenador) me pide calma cuando hago cosas así, que pelee inteligente. Sabes, funciona y le di un buen show a mis fanáticos. Me siento bien por eso”, declaró Álvarez luego de la pelea.
En el quinto, ambos peleadores se detuvieron para discutir por intercambio de golpes bajos, separados por el oficial.
Llegó el sexto asalto, momento en que Berlanga pronosticó noquear al mexicano. Su predicción no se cumplió, al verse en urgencia contra un Álvarez dictando el ritmo de la reyerta.
Berlanga se refugió en su jab izquierdo por el resto de la velada, sin soltar su gancho derecho que le dio éxito en el pasado, con Álvarez atacando tanto en el rostro como en el cuerpo.
En el décimo, Berlanga mantuvo los ánimos altos e invitó a pelear a Alvarez en medio del cuadrilátero, intercambiado golpes. En un momento, el azteca le dio la espalda restando 10 segundos, molestando al boricua, quien comenzó a insultar al monarca del peso súper mediano.
Acabado el último asalto con los ánimos cardeados, Berlanga se lanzó encima de Alvarez, abrazando y alabando a su rival. ““Tu eres mi ídolo y gracias por esta oportunidad”, soltó el nativo de Brooklyn, Nueva York.
“Me dijo que me respetaba, que soy su ídolo. Que se sentía mal por la manera que actuó. Pero, sabes, le fue bien”, indicó Álvarez, quien conectó más del 50 por ciento de sus golpes de poder lanzador en la pelea.
“Mi experiencia, mi talento, mi trabajo duro y mi inteligencia, todo combinado. Si tienes talento y no tienes disciplina, no tienes nada. Así que tienes que combinar ambos y trabajar duro”, indicó.
