El programa médico de una Universidad de Texas utilizaba restos de personas que supuestamente nadie los reclamaba
El programa Fort Worth del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte de Texas dejará de utilizar los cuerpos que supuestamente no eran reclamados por nadie, luego de una investigación de NBC News. El noticiero documentó que los restos de personas pobres eran destinados para entrenamiento e investigación, pero sin el consentimiento de sus familias.
“Los documentos descubiertos a través de estas solicitudes revelaron detalles del programa que los líderes del HSC no conocían previamente”, escribió en un correo la presidenta del centro, Sylvia Trent-Adams, compartió NBC News.
El centro no sabía que los restos no eran reclamados
Supuestamente, existía “una falta de controles y supervisión suficientes” sobre cómo las empresas externas manejaban y utilizaban los cadáveres proporcionados por el Centro de Ciencias de la Salud.
Trent-Adams afirmó que los directivos no sabían que los cadáveres que enviaban a la Universidad eran restos no reclamados, incluidos los de veteranos militares estadounidenses.
La investigación de NBC News, descubrió que el centro había recibido alrededor de 2,350 cadáveres no reclamados de los condados de Tarrant y Dallas en los últimos cinco años. Más de 830 de ellos fueron seleccionados para la educación de los estudiantes de medicina o para alquilarlos a empresas que dependen de los cuerpos para desarrollar productos y enseñar a los médicos cómo trabajar con ellos.
Costo de los cuerpos completos o por partes
El centro cobraba $1,400 dólares por los cuerpos enteros, según el resultado de la investigación, en donde también detallaron que las cabezas de estas personas, que al parecer eran de escasos recursos, se vendían por $649 dólares y los torsos por $900 dólares.
Después de hacer pública la investigación, el juez Tim O’Hare, funcionario del condado de Tarrant, dijo que: “No se debe utilizar el cuerpo de nadie para la investigación médica sin el consentimiento previo a su muerte o el consentimiento de un ser querido, y ciertamente, no se debe vender el cuerpo de nadie con fines de lucro sin el consentimiento de una u otra manera”.
El Centro de Ciencias de la Salud también rescindió su acuerdo con el condado de Dallas, según el administrador Darryl Martin, quien expresó al noticiero que el condado había planeado dejar que el contrato expirara el 30 de septiembre.
Familiares se enteraron de la muerte después
Los funcionarios argumentaron que habían entregado los cuerpos al centro porque supuestamente nadie los había reclamado, que no tenían familiares, pero NBC News encontró algunos fallos de los investigadores de muertes en los condados de Dallas y Tarrant, a la hora de contactar a los familiares.
Según explicaron que algunos familiares se enteraron mucho tiempo después de que el fallecido había sido entregado a la facultad de medicina.
El noticiero reveló que entre esos cuerpos se encontraba Victor Honey, un veterano del ejército que padecía una enfermedad mental y se encontraba sin hogar en Dallas. Tras su muerte en septiembre de 2022, su cuerpo fue diseccionado y las partes fueron utilizadas por empresas de productos médicos.
La familia Honey no sabía nada, pero cuando se enteraron exigen los restos incinerados y los han enterrado en el Cementerio Nacional de Dallas-Fort Worth.
Por el momento, el centro de salud suspendió el programa de donación de cuerpos y cerró un laboratorio. El Programa de Cuerpos Voluntarios obtendrá muestras humanas únicamente de donantes que consientan, con el objetivo de volver a la misión del programa de educar a futuros médicos y otros proveedores de atención médica.
Con información de NBC News