El Concejo Municipal logró restaurar $6,8 millones que habían sido recortados por la crisis financiera que enfrenta esta agencia municipal
Por un momento, la Autoridad de Vivienda de la Ciudad de Nueva York (NYCHA), tuvo como plan remover los guardias de seguridad de los 55 complejos residenciales para personas mayores, para ahorrarse $6,8 millones en este año fiscal. Debido al creciente déficit que enfrenta esa agencia municipal.
Tras meses de peleas y discusiones, miembros del Concejo Municipal anunciaron este viernes que se lograron restaurar estos fondos y cerca de 200 oficiales de seguridad se mantendrán en sus puestos.
“Este recorte hubiese sido terrible para nuestras comunidades. Debemos estar seguros que nunca más, se toque un centavo en nada, que signifique proteger a nuestros adultos mayores”, dijo el concejal Chris Banks, justamente al frente del Carter G. Woodson Senior Development de Brooklyn.
Allí, precisamente, entre 2015 y 2021 tres ancianas fueron asesinadas por un mismo sujeto, quien fue clasificado por el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD), como un asesino en serie.
“Del mismo vecindario”
Los guardias de seguridad de estos complejos están desarmados y generalmente pertenecen a los mismos vecindarios. Este personal por décadas ha establecido relaciones de protección y solidaridad con los residentes.
Desde 1999, NYCHA cuenta con este programa de seguridad, que coloca guardias en estos edificios para personas mayores, desde las 9:00 P.M hasta las 5:00 P.M.
“Más allá de un mero tema laboral, en donde se recuperan unos puestos de trabajo, es un asunto de seguridad que debe ser prioritario para esta ciudad. No es lo mismo tener a un personal en la puerta de estos edificios que supervisen el ingreso de extraños, que dejar solos a estos residentes que de por sí, son vulnerables”, comentó Israel Meléndez, portavoz del sindicato 32BJ, que representa a esta fuerza laboral.
Frente a un déficit presupuestario de $35 millones, NYCHA había recortado estos puestos, afectando a cientos de moradores de complejos como el Woodson Senior de Brownsville, en donde viven las dominicanas Eloína Rodriguez y Dulce Gómez, quienes se mostraron “más tranquilas” ante esta noticia.
“Tantas cosas terribles que se escuchan a diario en este vecindario. Qué bueno que seguiremos contando con seguridad”, comentó Eloína.
“Ridículo y contradictorio”
Y precisamente, las estadísticas de NYPD muestran que los tiroteos y asesinatos han aumentado en Brownsville, a pesar de una caída general en el crimen, según muestran las estadísticas oficiales.
Un trabajador de seguridad de un complejo de NYCHA en Brooklyn, quien prefirió mantener su nombre en anonimato, contó que la idea de eliminar estos puntos de seguridad, por razones presupuestarias en la ciudad de Nueva York, le parece “ridículo y contradictorio”.
“Diariamente estamos viendo cómo se invierten millones de dólares en personas, que ni siquiera son de aquí. Que no aportan nada. Entonces se pensaba quitar seguridad a los ancianos, que construyeron esta ciudad. Es que ni siquiera, habían pensado en un plan alternativo de cámaras o de puertas electrónicas más seguras”, compartió.
El guardia de seguridad aduce que son muchas las situaciones que sus compañeros evitan, especialmente frenando el acceso en horas de la madrugada de “intrusos”, o siendo una “salvación” para residentes que se le presentan todo tipo de emergencia.
Por su parte, la concejal Crystal Hudson, presidenta del Comité sobre el Envejecimiento, expresó que temporada presupuestaria, las vidas y necesidades de los adultos mayores se ponen en riesgo debido a recortes imprudentes de fondos a servicios esenciales que garantizan su seguridad y bienestar.
“Los guardias de seguridad en los edificios para adultos mayores de NYCHA, no solo son medidas de seguridad, sino también queridos miembros de la comunidad, que sirven como una cara amable cuando los adultos mayores se van o regresan a sus hogares”, recordó.
Portavoces de NYCHA, aseguran que el problema de fondo, además del déficit financiero arrastrado por años, es la alta morosidad que después de la pandemia registran estas unidades, por ello están intensificando un enfoque diferente para el cobro de alquileres, mientras se lucha con los atrasos en el pago de los inquilinos que hasta mediados de este año superaron los $456 millones.
Eso significa que alrededor de 63,000 de los 147,000 hogares de NYCHA están atrasados en los pagos, incluidos algunos que deben más de un año de alquiler atrasado, por lo menos esa era la cuenta conocida hace un par de meses.