612 nuevos oficiales se suman a NYPD, uno de ellos pudo haber sido Lesandro ‘Junior’ Guzmán, asesinado hace 7 años en El Bronx

612 nuevos oficiales se suman a NYPD, uno de ellos pudo haber sido Lesandro ‘Junior’ Guzmán, asesinado hace 7 años en El Bronx

Este jueves, Anderson Huerta Guzmán, el primo de 'Junior", subirá al podio a recibir su placa como oficial de NYPD

Centenares de oficiales se gradúan este jueves para unirse a las filas del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD), pero uno de ellos, el joven Anderson Huerta Guzmán, asciende a esa posición de servicio a los neoyorquinos, con una profunda “herida emocional”, que es un impulso para convertirse en un gran oficial: su primo, Lesandro “Junior” Guzmán quien fue brutalmente asesinado en una bodega de El Bronx, el 20 de junio de 2018, por miembros de la pandilla Los Trinitarios, podría haber estado en este acto de grado. El quinceañero ultimado, cuyo caso conmovió a Nueva York y al mundo, soñaba también ser un oficial.

Hace siete años, cuando esta pesadilla familiar sucedió, ambos formaban orgullosamente parte del Programa Exploradores de NYPD, el cual proporciona una iniciación a una trayectoria profesional en las fuerzas del orden público, o un ámbito afín al sistema de justicia penal.

Este programa concebido para jóvenes de 14 a 20 años, contribuye a consolidar las relaciones entre la comunidad y la policía.

“Muchas veces hablamos, cuando éramos miembros del programa Exploradores de NYPD en la comisaría 45 de El Bronx. Estábamos en los entrenamientos y decíamos que queríamos graduarnos de policías, para ayudar a la comunidad. Yo hoy no dejo de pensar, que él podría estar recibiendo también sus placas. Y esperando saber, a cuál comisaría sería asignado”, comentó Anderson.

Estos jóvenes exploradores se ocupaban de trabajar con la comunidad y borrar los grafitis callejeros que invitaban de alguna forma a la violencia, o eran huellas dejadas por las pandillas.

Hoy el oficial Huerta tiene 22 años. Apenas llevaba un mes de vida de diferencia con su primo. En ese momento trágico, ambos tenían 15 años.

En esta promoción con Anderson se gradúan 612 nuevos oficiales, de los cuales 170 hablan español y 44 nacieron en Latinoamérica: 30 en República Dominicana, cinco en Ecuador, cuatro en Colombia, dos en El Salvador, uno en Perú y otro en Puerto Rico.

Lo que pasó

El nuevo miembro de NYPD y su primo “Junior”, ambos de origen dominicano, estaban jugando PlayStations aquella fatídica noche, cuando el adolescente asesinado a machetazos salió a pagar una deuda. A las dos horas, su familia recibió la noticia de que estaba gravemente herido en el hospital.

“No lo podíamos creer. Mi papá y mi mamá fuimos al hospital. Todo fue algo terrible. Mi primo y mi compañero en varios de mis sueños, había sido atacado. Hoy como policía quisiera que nunca otra familia, tuviera que enfrentar en nuestra ciudad algo así. Todo esto me dio más impulso por ser policía”, dijo a El Diario.

Junior salió de su casa para encontrarse con un amigo. Al notar la presencia de varios vehículos sospechosos, intentó huir y buscó refugio en una bodega ubicada en la intersección de Bathgate Avenue y la calle 183 este, en el vecindario de Belmont. 

Sin embargo, fue sacado a la fuerza del establecimiento por pandilleros y apuñalado múltiples veces con cuchillos y un machete. Una de las heridas en el cuello resultó fatal.

Hoy este crimen se recuerda como uno de los más terribles en la historia de la Gran Manzana.

Las autoridades policiales determinaron que Junior no poseía relación alguna con organizaciones delictivas, concluyendo que su deceso fue resultado de una lamentable confusión. 

Una beca en su nombre
En consecuencia, trece integrantes del grupo pandillero conocido como Los Trinitarios, fueron aprehendidos y posteriormente hallados culpables por su participación en ese espantoso acto criminal. Las condenas impuestas oscilaron entre un mínimo de doce años de reclusión y la pena perpetua, variando en función a la relación, de cada uno de los acusados en el suceso.

En reconocimiento a su memoria, la Fundación de la Policía de Nueva York instituyó una beca universitaria que lleva su nombre. Adicionalmente, la intersección vial donde trágicamente perdió la vida fue designada oficialmente como “Lesandro Junior Guzman-Feliz Way”.

Este asesinato lanzó un movimiento internacional en las redes sociales bajo la etiqueta #justiceforjunior, que buscaba justicia para el adolescente, atacado por pandilleros armados con machetes y cuchillos en plena calle, y que corrió desangrándose hasta colapsar en un hospital en El Bronx.

Su madre dominicana, Leandra Guzmán Feliz, se convirtió en el rostro del duelo y desde entonces ha estado abogando por un proyecto de ley para instalar botones de pánico en todas las bodegas de Nueva York. “Mi hijo ya falleció”, dijo en 2019. “Mataron a mi hijo. Tenemos que proteger a nuestros futuros hijos y nuestra comunidad”.

Al momento del crimen Leandra trabajaba como ama de llaves en la Unidad de Cuidados Intensivos en el Hospital St. Barnabas, el mismo donde su hijo fue declarado muerto.

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