Caravana de miles de migrantes aceptó entregarse a las autoridades de México tras nueve días de caminata

Tras nueve días de caminata, miles de migrantes aceptaron subirse a los autobuses Instituto Nacional de Migración de México para cumplir con un proceso migratorio en el país

Tras nueve días de marcha, el enorme grupo de migrantes aceptó subirse a los autobuses del INM para poder cumplir un proceso migratorio en las instalaciones del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), ubicado a unas 30 millas de Mapastepec, a un costado de la aduana de Huixtla.

“Le hacemos la invitación y de manera voluntaria para quienes quieran subir a los autobuses que el INM proporciona para trasladarlos”, declararon los agentes.

Algunos migrantes hombres que viajaban solos rechazaron en primera instancia ser trasladados, porque querían seguir caminando hacia Pijijiapan, para no regresar a Huixtla, a unas 30 millas de Tapachula.

Luis Rey García Villagrán, activista del Centro de Dignificación Humana (CDH), quien acompaña a este éxodo, les comunicó que entrarán en un proceso y serán llevados a la Ciudad de México.

García Villagrán les había comunicado el domingo a los miles de migrantes que el Gobierno de México, a partir del martes, comenzaría el proceso para una estancia regular en el país.

“En la caravana hay muchos niños enfermos, mujeres embarazadas, personas discapacitadas“, les dijo Villagrán a los migrantes y advirtió que el siguiente punto “está a 43 kilómetros es Pijijiapan y no hay lugar donde descansar y serían unas 18 horas caminando, es la decisión de ustedes”.

El migrante hondureño Wilnber Abisai, quien viaja con su esposa y sus dos hijos menores, aceptó subirse al autobús de migración porque dijo le interesa ir a la Ciudad de México y estar de manera legal en el país.

“Sí, vamos a ir a hacer el proceso, porque nos interesa estar en México de manera legal, ya hemos caminado mucho, hemos sufrido, los pies nos duelen, caminar 30 millas no está fácil, aceptamos la propuesta del INM para hacer el proceso y así continuar nuestro camino, es la mejor opción”, señaló a EFE.

Otro de los migrantes, el hondureño William Adalí Romeo Pérez, aceptó la propuesta de las autoridades mexicanas, porque realizarán el proceso ante el DIF, sin embargo, rechazó que estén entregándose a migración.

“Voy por mi familia, por eso lo hago, pero aquí nadie se está entregando, voy con mi hijo, mi esposa y dos niñas, confiamos en Migración, sino en Dios, ya están cansados los niños y ya no podemos seguir caminando”, expuso.

Hasta la noche del martes, más de 600 migrantes habían aceptado subirse a unos 12 autobuses, mientras que las autoridades continúan organizando a las familias para que sean trasladadas.

La caravana del llamado éxodo de la pobreza se alistó desde las 06:00 hora local (12:00 GMT) para esperar los autobuses, pero fue hasta las 16:00 hora local (22:00 GMT) que salió el primer grupo de 50 personas.

La caravana de miles de migrantes, que partió de la frontera sur de México como la más numerosa de 2023, se movilizó, por una parte, del estado de Chiapas, en el que se han registrado cifras históricas de personas que buscan entrar a Estados Unidos en la frontera con México.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP) confirmó la semana pasada la llegada de más de 2.2 millones de migrantes de enero a noviembre el año pasado.

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