Celtics y Mavericks se arriesgaron y cobraron

Ambos equipos hicieron cambios con improbables garantías, pero les funcionó y de ellos saldrá el próximo campeón de la NBA.

Hay movidas que desde que se concretan dan la impresión de que nada podría salir mal.

Un notable ejemplo es esa firma de Kevin Durant con los Golden State Warriors, que al hacerse oficial era solo cuestión de tiempo para que se convirtieran en invencibles si no aparecían lesiones, y así pasó.

Sin embargo, no siempre hay un Durant disponible en la agencia libre, por lo que hacer un movimiento de impacto y que te lleve a por lo menos la final de la NBA, suele ser realmente difícil en la actualidad.

Los Celtics de Boston y los Mavericks de Dallas además de ser los últimos equipos en pie y por ende los que se disputarán el campeonato, tienen otra cosa en común: hicieron movidas muy arriesgadas.

Boston Celtics

Antes de iniciar la temporada, los Celtics mantenían prácticamente el mismo plantel que los había llevado a la final hace apenas dos años, por lo que ahora con incluso más experiencia, no era descabellado volver a intentar luchar por el título. Pero decidieron “Romper y tirar la aventura”.

El primer y mayor movimiento arriesgado fue desprenderse de quien era el jugador con más tiempo en la franquicia y que por demás era el líder: Marcus Smart.

Salir de Smart era un “paso peligroso” no solo por lo que él significaba para el equipo a nivel sentimental, sino también porque era sin quizás el mejor jugador defensivo del conjunto, y por si fuera poco, en esa transacción sale también el que después de Marcus era el mejor defensor: Grant Williams.

Pero no termina ahí, pues lo que más hacía arriesgada esa movida, era quien llegaba a Boston: Kristaps Porzingis, que pesar de ser un jugador sobrado de talento, había sido muy propenso a lesionarse durante toda su carrera.

Porzingis pudo jugar la temporada sin complicaciones (aunque se perdió la serie contra Indiana Pacers, pero se espera que esté listo para el juego 1), Boston tuvo una campaña excepcional, llegó a la final solamente perdiendo 20 partidos incluyendo serie regular y playoffs, y luce como el favorito a quedarse con el Larry O´Brien.

Dallas Mavericks

La apuesta de los Mavericks fue incluso más arriesgada.

De más está decir que Kyrie Irving es de los jugadores con más talento que ha pasado en la historia de la NBA, e incluso ya demostró con Cleveland Cavaliers que es capaz de ser importante en la búsqueda de un título, pero sus antecedentes infundían miedo a cualquier equipo que estuviese interesado en él. Por mencionar solo uno, Irving ya había pedido cambio en dos equipos anteriores (Cleveland y Brooklyn Nets), además de sus creencias personales y religiosas, que indirectamente han afectado su estancia en clubes anteriores.

Pero aún más preocupante era el hecho de que recibir a Irving podría ser únicamente un “alquiler”, pues a final esa temporada (2023), Kyrie se convertía en agente libre, y ya había sido público su deseo de querer jugar en los Angeles Lakers.

Aunque se quedaron cortos y ni llegaron a la postemporada, Dallas confió en ese dúo Irving-Luka Doncic, firmaron a Kyrie en la agencia libre, y ya en una temporada completa con el equipo, están en la anhelada serie final.

Cualquier equipo que salga campeón sería una linda historia para contar.

Celtics tendrían por fin un campeonato después de 16 años, y verían los frutos luego de varios procesos fallidos.

Por su parte, Dallas volvería a ganar un título similar al único que han obtenido (2011): sin ser favoritos al iniciar la temporada. Doncic cerraría la competencia por ser “el nuevo rey” de la liga, y Kyrie volvería a triunfar luego de varias caídas.

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