Contrario a lo declarado por el director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Olmedo Caba, el canal construido por Haití en la orilla del río Masacre, a su paso entre la localidad haitiana de Juana Méndez y la dominicana de Dajabón, sigue su curso y está en pleno funcionamiento.
A menos de 150 metros, se escucha el sonido de la corriente del agua que fluye por el cauce del río, marcando el inicio de la obra. Esta construcción se convirtió en un punto de discordia entre República Dominicana y Haití.
Caba había argumentado que el canal de riego no afecta a República Dominicana y que, debido a las lluvias, la obra está abandonada y sedimentada. Diario Libre estuvo cerca del lugar y observó cómo el agua fluía hacia el canal y cómo continuaba por el cauce del río Masacre, en dirección a Montecristi.
El río presenta aguas contaminadas, y los guardias que custodian la zona se ven sentados cerca del afluente. Sin embargo, a pocos metros, el hedor invade toda el área.
Además, el canal La Vigía, habilitado por el Gobierno dominicano como alternativa para proteger el agua destinada al riego de los suelos y la producción agrícola, sigue en construcción, pero los trabajos parecen estar paralizados. Cerca de las 2:00 de la tarde, no se observaba a nadie trabajando en la zona.
La contaminación en el área es evidente. A pocos metros del canal La Vigía, donde se encuentran instaladas las bombas inauguradas por el gobierno, opera una pollera cuyas aguas y desechos caen directamente en el canal.
El cúmulo de aguas negras y basura, incluyendo botellas plásticas, sugiere que hace tiempo que no se realizan trabajos de limpieza en la zona. Aunque hay algunos tubos de concreto colocados, el ambiente no mejora.
Además, se puede ver a mujeres haitianas lavando ropas y tendiéndolas en la vegetación que crece próxima al cauce del río.
Generó un conflicto diplomático
La construcción del canal provocó una crisis diplomática entre ambos gobiernos, que incluyó la suspensión del comercio en la frontera y el cierre de los pasos fronterizos por parte de República Dominicana en 2023.
Aunque se realizaron reuniones entre las autoridades de ambos países, no se ha logrado un acuerdo definitivo sobre el uso de las aguas del río.