Un empleado que trabajaba con familias y niños con problemas en NYC admitió haber intercambiado mensajes de texto sexuales con una madre a la que investigaba
Daniel Céspedes, un empleado municipal que trabajaba con familias y niños con problemas, fue obligado a renunciar tras admitir haber intercambiado mensajes de texto de contenido sexual con una madre sospechosa de abuso infantil grave.
Céspedes renunció el mes pasado como especialista en protección infantil en la Administración de Servicios para Niños (ACS) de la ciudad de Nueva York, donde investigaba denuncias creíbles de abuso infantil, según documentos obtenidos por New York Post.
Una disposición presentada ante la Junta de Conflictos de Intereses de la ciudad (COIB) detalló cómo Céspedes admitió haber intercambiado mensajes de texto con la madre investigada y haber recibido fotos “sexualmente sugerentes” de ella.
Céspedes había asignado inicialmente a investigar a esa no identificada familia el 3 de mayo de 2018. El 28 de noviembre de ese año contactó a la madre de la niña y le indicó que se comunicara con él a través de un número de teléfono privado. En poco tiempo ambos mantuvieron un intercambio de mensajes de texto sexuales coercitivos, y la madre compartió con él imágenes sexualmente sugerentes, según el acuerdo de renuncia del 31 de enero de 2025.
El estatuto municipal prohíbe a los empleados usar o intentar usar su cargo de funcionario público para obtener cualquier beneficio económico, contrato, licencia, privilegio u otras ventajas privadas o personales, directas o indirectas.
No quedó claro cómo los funcionarios municipales se enteraron de esta relación inapropiada. Céspedes comenzó a trabajar para la ACS en 2016. Recibió un salario anual en 2019 de $90,203 dólares, según los datos más recientes disponibles.
En un caso similar, en 2023 un empleado veterano de la ACS fue arrestado por supuestamente exponerse dos veces a una madre en Queens durante visitas domiciliarias “depredadoras”.
En diciembre pasado renunció el jefe policial (NYPD) Jeffrey Maddrey, bajo alegatos de acoso sexual a una subordinada. En enero el FBI allanó su hogar en Queens y otros lugares vinculados a él.
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