La jueza de Wyoming escribió en su fallo que tanto la prohibición del aborto con medicamentos como norma "impide el derecho a tomar decisiones sobre la salud"
Una jueza de Wyoming rechazó dos leyes estatales contra el aborto que había impulsado el gobernador republicano Mark Gordon, al considerarlas inconstitucionales.
Entre ellas, una ley que prohibía el uso de la pastilla abortiva y que se aprobó este 2024, convirtiéndolo en el primer estado de Estados Unidos sin implementar una regla así contra el método abortivo más usado en la nación.
Melissa Owens, jueza del tribunal de distrito del condado de Teton redactó en su decisión que tanto la prohibición del aborto con medicamentos como la norma, una prohibición más extensa contra todos los métodos de interrupción del embarazo, “impiden el derecho fundamental a tomar decisiones sobre el cuidado de la salud de toda una clase de personas, las mujeres embarazadas”.
“Las leyes sobre el aborto suspenden el derecho de la mujer a tomar sus propias decisiones sobre el cuidado de la salud durante todo el período de un embarazo y no son razonables ni necesarias para proteger la salud y el bienestar general de las personas”, indicó en el fallo, que podrá ser apelada por el estado.
El dictamen marca otra victoria para los defensores del derecho al aborto luego de que en las elecciones del 5 de noviembre los electores de siete estados aprobaran medidas en respaldo al acceso al aborto.
Un derecho que en Estados Unidos se ha visto socavado en varios estados, luego de que la Corte Suprema, de mayoría conservadora, eliminaran en 2022 la doctrina de Roe vs. Wade que lo protegía en el ámbito federal.
Actualmente, 13 estados tiene prohibiciones en todas las etapas de gestación de una mujer, con excepciones limitadas, y cuatro tienen prohibiciones que entran en vigencia desde las seis semanas de embarazo, cuando muchas mujeres aún no tienen conocimiento que estaban embarazadas.
Las legislaciones de Wyoming, impulsadas por el gobernador Gordon en 2022 y 2023, fueron refutadas por varios médicos, pacientes y organizaciones, quienes alegaron, entre otras cosas, que violaban la enmienda constitucional estatal de 2012 que dice que los residentes del estado tienen derecho a tomar sus propias decisiones de atención médicas.
Los abogados de Wyoming argumentaron que la atención médica, de acuerdo a la enmienda mencionada, no incluía el aborto.
El fiscal general adjunto especial para el estado, Jay Jerde, dijo que aunque los médicos y otros proveedores de salud deben participar en los abortos, había muchos casos en los que la interrupción del embarazo no era “atención médica” porque “no se trata de restaurar el cuerpo de la mujer del dolor, la enfermedad física o la dolencia”.
La aplicación de ambas prohibiciones del aborto habían sido suspendidas temporalmente por la jueza Owens, mientras se desarrollaba el caso judicial.