La planificación de la operación de espionaje comenzó bajo el Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022) y se llevó a cabo en la actual gestión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, según los datos recabados por el medio digital brasileño.
La Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) invadió computadores del Gobierno de Paraguay para obtener informaciones confidenciales relacionadas con las tarifas de la hidroeléctrica binacional de Itaipú, relevó este lunes el portal UOL.
La planificación de la operación de espionaje comenzó bajo el Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022) y se llevó a cabo en la actual gestión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, según los datos recabados por el medio digital brasileño.
La investigación se basa en una declaración realizada por un funcionario de la Abin a la Policía Federal, que consta en un sumario judicial sigiloso, y fue confirmada por otras dos fuentes consultadas por UOL.
La Abin y el Gobierno brasileño de momento no se han manifestado en relación con las revelaciones.
Según UOL, los ataques informáticos se realizaron desde servidores montados en Chile y Panamá, usando una aplicación llamada Cobalt Strike.
El ataque informático logró acceder a los computadores de "cinco o seis" funcionarios paraguayos de la Presidencia de la República, de la Cámara de Diputados y del Senado, todos ellos directamente implicados en las negociaciones de la tarifa de Itaipú.
De este modo, la Abin obtuvo los valores que Paraguay pretendía proponer en las negociaciones de las tarifas, así como informaciones acerca de su posición en relación al anexo C del tratado de Itaipú.
El agente aseguró que la operación se realizó con el conocimiento y autorización del director de la Abin, Luiz Fernando Corrêa, pero desconocía si los datos se usaron para el beneficio de Brasil en las negociaciones.
El anexo C, firmado en 1973, obliga a Paraguay a vender a Brasil el excedente de su cuota de energía producida en Itaipú a precios preferenciales.
El año pasado, ambos países acordaron elevar las tarifas pagadas por Brasil para los próximos tres años, que aumentaron en 2,5 dólares, hasta los 19,28 dólares por kilowatio.
De forma paralela, firmaron un instrumento de entendimiento para modificar el anexo C, que permitirá a Paraguay vender libremente el excedente de su energía al mercado brasileño, regulado o no regulado.
Este acuerdo debe ser firmado el próximo 30 de mayo, según anunció la Presidencia paraguaya el mes pasado.
Al anunciar la conclusión de la renegociación de la tarifa, el presidente paraguayo, Santiago Peña, dijo que el nuevo valor es "justo" para ambos países y "abre una nueva relación" entre Asunción y Brasilia.