La vida después de Guantánamo y del 11-S: “Tenemos cicatrices en el alma”

En Guantánamo todavía quedan 30 de los 780 presos que hubo, tres de los cuales, los llamados “prisioneros eternos”

El mauritano Mohamedou Ould Slahi y el yemení Mansoor Adayfi pasaron 14 años en Guantánamo y acabaron siendo liberados sin cargos. Salieron de la cárcel, pero en cierta manera siguen dentro: “Tenemos cicatrices en el alma”, afirma el segundo.

“Haces todo lo posible para construirte una vida por ti mismo, pero no hay realmente un apoyo que te ayude a integrarte en la sociedad. Y eso es un gran problema. Imagina estar preso durante 10 o 15 años, salir y que te manden a un sitio en el que no sabes qué hacer”, explica a EFE en una entrevista por Zoom.

A él lo enviaron a Serbia en 2016 cuando recibió el visto bueno para su liberación. Fue detenido en Afganistán en noviembre de 2001, dos meses después de los ataques terroristas del 11-S, y trasladado en febrero de 2002 a la prisión que Estados Unidos abrió en su Base Naval en territorio cubano.

Los primeros reos de la “guerra contra el terror” que el expresidente republicano George W. Bush (2001-2009) emprendió tras esos atentados de casi 3,000 muertos llegaron allí un mes antes que él y el Campamento X-Ray donde metieron a ese grupo en jaulas al aire libre sigue en pie, vacío y abandonado

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