Mientras NYC está en alerta máxima por las tensiones en Medio Oriente, las presiones para que Adams deje el cargo se cruzan con pedidos para que no renuncie
El Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) se encuentra en “alerta máxima” desde este miércoles, redoblando la presencia de oficiales en algunos recintos religiosos, por las crecientes tensiones violentas en el Medio Oriente, que coinciden con la celebración del Año Nuevo Judío (Rosh Hashana). Hay otra coincidencia, en este día: el alcalde Eric Adams acudió nuevamente a una audiencia en el Tribunal Federal de Manhattan, en donde los fiscales indicaron que podrían surgirle “nuevos cargos” en las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias que pesa sobre él.
Estas dos variables, encendieron nuevamente el “fuego” de quienes se preguntan, si bajo esta gran presión judicial, el mandatario municipal tendrá tiempo, de encarar todos los retos que significa gobernar una ciudad con tantos desafíos internos y externos de seguridad.
En paralelo, en la Plaza de Las Américas del Alto Manhattan, un grupo de líderes hispanos de asociaciones de bodegas, pequeños comercios, barberías y salones de belleza realizaban una concentración de apoyo a Adams, bajo el argumento que su eventual renuncia, en este preciso momento, pondría en riesgo los avances de seguridad que ha tenido la Gran Manzana.
“Quienes se están frotando las manos, para sacar al alcalde, son los mismos que promovieron las leyes pro criminales que originaron la impunidad y la escalada de robos y asaltos que han agobiado a nuestros comerciantes. Con Adams, hemos tenido algunos avances. Ha estado de nuestra parte. Y quienes esperan sustituirlo, son unos extremistas de izquierda, que solo quieren quitarle fondos y poder a la Policía”, aseveró Francisco Marte, presidente de la Asociación de Pequeños Negocios y Bodegas de Nueva York.
¡Alcalde no renuncie!
Por su parte, Luis González, un bodeguero de la Pequeña República Dominicana, también se sumó al acto de apoyo a Adams, bajo la premisa, que sería “desastroso” que en este momento la Ciudad caiga en manos de los líderes electos y los legisladores, que se han puesto del lado de la criminalidad y no de la clase trabajadora.
“Todos los días personas entran a nuestras tiendas, con violencia, a llevarse nuestra mercancía, porque saben que ahora robar menos de $1,000 en Nueva York, no es un delito. Le pedimos a Adams que no renuncie. Que siga peleando. Tenemos el riesgo de que la criminalidad acabe con los pequeños comerciantes, si quienes están presionando su salida, toman el poder”, dijo el dominicano.
A esta protesta, se sumaron asociaciones de comerciantes africanos e islámicos.
Portavoces de esta coalición, recordaron que cuando muchos pequeños comerciantes estaban sofocados económicamente por la pandemia, se les sumó el agobio de los saqueos promovidos por movimientos anti policiales. Y quienes movían los hilos de estos actos violentos, son muchos de los “activistas progresistas”, que ahora quieren tener el control total de la Alcaldía.
Así lo sostuvo el comerciante Luis Collado, quien exhortó al mandatario municipal a mantenerse de pie y no dar paso a presiones, que lo quieren sacar del camino.
“Este es un país de leyes. Y hay una presunción de inocencia, hasta que se demuestre lo contrario. Creemos que él tiene la posibilidad de defenderse y seguir gobernando al mismo tiempo. Como pequeños negocios, no nos queremos imaginar, que se le quite más poder a la policía”, subrayó.
“Tiene mucho encima”
Para otros, será muy difícil que el alcalde pueda superar este cúmulo de acusaciones y la presión que significa, que cada semana, altos funcionarios sigan abandonando su equipo de gobierno.
De hecho, The New York Times en un editorial exhortó al alcalde a abandonar el cargo: “Si permaneciera en el cargo, tendría que guiar a un Ayuntamiento que ahora está a la deriva, mientras enfrenta un proceso judicial de meses que consumirá su atención y tiempo. Las preocupaciones sobre su ética e integridad, seguramente generarían serias dudas en los posibles reemplazos”.
En las calles del Alto Manhattan el dominicano, Narciso Gutiérrez quien sigue las noticias sobre este caso, describe en sus propias palabras, que el mandatario demócrata “tiene mucho encima”.
“Yo no puedo decir si es inocente o es culpable, pero ante el cúmulo de acusaciones que tiene, es difícil imaginarse que no va a llegar el momento en que tenga que renunciar”, comentó.
En este horizonte, el Defensor del Pueblo, Jumaane Williams, como lo contempla la Carta Magna de la Ciudad, tendría la primera opción de asumir la alcaldía ante una decisión de Adams, que nadie sabe si podría precipitarse ante una presión política que crece y crece.
Un proceso muy complicado
El alcalde Adams está formalmente acusado, por la fiscalía del Distrito Sur de Manhattan, de utilizar su posición en el gobierno, para obtener beneficios como viajes de lujo y cenas elegantes de parte de líderes empresariales adinerados, incluido al menos un funcionario del gobierno turco. También de haber violado la ley de financiamiento de campañas electorales, al haber recibido donaciones ilegales de funcionarios extranjeros.
A cambio, Adams supuestamente proporcionó favores, incluida la ayuda a Turquía para obtener las aprobaciones del Departamento de Bomberos, para abrir un nuevo rascacielos diplomático en Manhattan, a pesar de las preocupaciones sobre la seguridad contra incendios.
En su comparecencia formal la semana pasada, el alcalde se declaró inocente y fue puesto en libertad sin fianza. Niega haber cometido algún delito y dice que no renunciará. Si es declarado culpable, se enfrenta a un máximo de 45 años de prisión.
Para otros, como la enfermera colombiana Nazareth Padilla, por “mucho menos” otros funcionarios electos del país han renunciado.
“Creo que por el bien de la ciudad, debería echarse a un lado. Nadie puede tener la cabeza en un juicio tan complicado, en donde además ya la fiscalía ha girado muchas pruebas. Y administrar este caos, de la crisis migratoria, que él mismo causó, cuando mal interpretó las normas de albergues y hospedar en hoteles y darle las tres comidas, a todo el que llega. Esa será su gran herencia”, opinó Nazareth.
Adams: Tolerancia Cero
En el medio de esta tormenta de acusaciones y mientras atiende los desafíos de su defensa, el alcalde neoyorquino no parece tener pausa en su agenda gubernamental. Por lo menos así ha tratado de proyectarlo.
Mientras la comunidad judía se prepara y celebra la temporada alta de fiestas, también se cumple un año desde la embestida terrorista del 7 de octubre, uno de los ataques más devastadores que ha tenido lugar en Israel.
Desde este miércoles, las autoridades municipales anuncian un plan de vigilancia especial a los sitios de culto religioso de la comunidad judía y el despliegue de cámaras adicionales en lugares sensibles, que complementarán las 80,000 unidades de rastreo del sistema de dominio del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD).
“Garantizaremos una respuesta rápida a cualquier acto de violencia y cualquier llamada de servicio. Sabemos que hay planes de protesta importantes para el 7 de octubre, y si bien respetaremos el derecho de las personas a protestar pacíficamente, habrá tolerancia cero para aquellos que violen la ley”, anunció el alcalde.
Mientras la comunidad judía se prepara para Rosh Hashaná y Yom Kippur, la Ciudad anuncia que toma medidas para que estas actividades religiosas, puedan hacerse de manera segura.
Los neoyorquinos pueden esperar una mayor presencia policial en lugares clave y lugares de culto, y notarán que hay más de ellos uniformados. Estas medidas se prolongarán hasta las fiestas navideñas.
Asimismo, el comisionado de policía interino de NYPD, Thomas Donlon informó que a lo largo del año, han estado trabajando en un plan de seguridad, con el aporte directo de la comunidad judía.
“Esto no comienza semanas antes. Hay una estrategia que se ha estado elaborando durante más de un año. Este diálogo continuará durante las próximas semanas”, acotó.