El socialista dijo que estaba dispuesto a recibir a más venezolanos detenidos en Estados Unidos, a quienes calificó de "perseguidos solo por ser migrantes"
La reciente decisión del gobierno de Donald Trump de revocar la licencia que permitía a la petrolera Chevron operar en Venezuela provocó una nueva crisis en las relaciones entre Washington y Caracas. Como represalia, el régimen de Nicolás Maduro ahora se niega a recibir a venezolanos deportados desde Estados Unidos, lo que obstaculiza la política de repatriación de migrantes promovida por la Casa Blanca.
El deterioro del acuerdo de repatriación
Fuentes consultadas por The Wall Street Journal revelaron que el régimen de Maduro comunicó en privado a la administración Trump su negativa a aceptar más deportaciones, luego de que Estados Unidos pusiera fin a la licencia de Chevron el pasado 5 de marzo.
Esta medida tensó aún más las ya frágiles negociaciones entre ambos gobiernos y pone en riesgo la continuidad del acuerdo alcanzado en enero para la repatriación de venezolanos indocumentados.
Hasta el momento, tres vuelos habían trasladado a 366 venezolanos deportados desde Estados Unidos en febrero, además de otro vuelo con 242 personas procedente de México. Sin embargo, según el diario, la advertencia de Caracas podría frenar completamente el proceso y afectar la estrategia migratoria de Trump, quien busca acelerar las deportaciones en medio de su campaña por la reelección.
Maduro culpa a Trump por afectar las deportaciones
En un discurso televisado el 8 de marzo, Maduro reconoció que la decisión de Washington sobre Chevron ha impactado las operaciones de repatriación. “Ahora tenemos un problemita ahí, porque con eso que ellos hicieron han dañado las comunicaciones que habíamos abierto”, declaró.
Aseguró que su régimen estaba dispuesto a recibir a más venezolanos detenidos en Estados Unidos, a quienes calificó de “perseguidos injustamente solo por ser migrantes”.
Además, responsabilizó a Donald Trump por afectar los vuelos programados con aviones de Conviasa, la aerolínea estatal venezolana que había sido utilizada para el traslado de los repatriados. Según Maduro, con esta decisión “el imperialismo se dio un tiro en el pie” y argumentó que la sanción contra Chevron perjudica tanto a Estados Unidos como a Venezuela.
Donald Trump acusó a Maduro de incumplir el acuerdo migratorio
Desde Washington, la Casa Blanca acusó a Maduro de incumplir su parte del acuerdo migratorio y de utilizar a los deportados como una herramienta de presión política. Trump ha endurecido su discurso y ha señalado al régimen chavista de no agilizar las repatriaciones.
La suspensión de la licencia de Chevron también generó divisiones dentro del gobierno estadounidense, donde algunos sectores consideran que esta medida podría dificultar aún más las negociaciones con Venezuela. Mientras tanto, la paralización de los vuelos de repatriación pone en jaque la política de Trump, quien hizo de la expulsión de migrantes una de sus principales promesas de campaña.
