ANKARA.- Un grupo de 165 mineros turcos se han encerrado en un pozo de carbón a 500 metros de profundidad y han iniciado una huelga de hambre en demanda del pago de salarios atrasados y de compensaciones por despido que no han sido abonadas, informan hoy los medios locales.
Antes de iniciar la huelga, hace cinco días, los mineros realizaron una sentada ante la sede de Yildizlar Holding, la empresa propietaria de la mina, y realizaron una marcha de protesta a Ankara que fue interrumpida por la Policía.
En un vídeo grabado en el interior del pozo, uno de los mineros explica que 250 de los trabajadores fueron despedidos sin ningún tipo de compensación y el resto está a la espera de cobrar íntegramente sus salarios atrasados desde hace nueve meses.
Las familias de los trabajadores protestaron ayer ante el edificio de la empresa para demandar una solución.
La mina cambió de propietario recientemente y el nuevo gestor argumenta que aún no tiene licencia para operar, un argumento ante el que las familias de los huelguistas han reaccionado criticando que se haya permitido trabajar a los mineros en un pozo sin permiso de funcionamiento.