Mujeres latinas en el país tendrían que trabajar 20 años más para alcanzar el mismo ingreso que los hombres

Las hispanas tendrían que trabajar hasta los 80 o 90 años, para alcanzar los mismos ingresos que consiguen los hombres blancos no hispanos a los 60

Nuevamente el Centro Nacional de Derecho de la Mujer (NWLC), revela un informe de análisis de datos de 2023, que demuestra que la brecha salarial entre hombres y mujeres del país no tiende a disminuir. Pero cuando se pone la lupa en las cifras, que describen la realidad de las mujeres latinas, los “abismos” siguen definiendo una realidad calificada por los activistas como “discriminatoria” y de “infravaloración” a esta población femenina.

Como establece textualmente el análisis de NWLC, “suponiendo que una latina y su contraparte masculina blanca no hispana, comiencen a trabajar a los 20 años, la brecha salarial significa que una latina tendría que trabajar hasta los 89 años, (ocho años más que su expectativa de vida) para recibir el mismo salario que un hombre blanco no hispano, a los 60 años”.

Con los números de encuestas más recientes, las hispanas que trabajaban a tiempo completo, durante todo el año pasado, generalmente recibieron solo 58 centavos por cada dólar pagado a los hombres blancos no hispanos.

Cuando se incluyen los trabajadores a tiempo parcial, las latinas generalmente recibían solo 51 centavos por cada dólar en la misma situación, en ese periodo de tiempo.

Este informe se reveló este jueves, cuando se celebró el ‘Día de la Igualdad Salarial para las Latinas’.

Esto significa que se dejan de ganar 42 centavos por cada dólar, lo cual a lo largo de un mes, un año y toda la vida, podría ser un salvavidas para las latinas y sus familias. Si la brecha salarial media actual no se cierra, las latinas que ingresan a la fuerza laboral hoy, podrían perder la asombrosa suma de casi 1,3 millones de dólares en el transcurso de una vida de 40 años de trabajo.

Es de destacar que la metodología de este reporte, no incluye información de mujeres que están “bajo la mesa”, es decir indocumentadas que aceptan trabajar incluso por debajo del mínimo legal, en su intento de sobrevivir. Esta panorámica muestra a la categoría de fuerza laboral, que se ha incorporado a empleos estables, sindicalizados y que requieren de cierto nivel de preparación.

“En general, si analizamos la media nacional, el salario mínimo no ha aumentado significativamente en los últimos 15 años. Pero observamos que a la mayoría de las personas que se le paga lo mínimo legal, son a las mujeres de color”, comenta Diana Ramírez, experta laboral de NWLC.

Las mujeres hispanas que trabajan a tiempo completo, durante todo el año, pueden “perder” $2,672 por mes o $32,070 por año, si se contrasta con la misma actividad que ganan los hombres blancos. Estos salarios perdidos podrían haber pagado un año completo de alquiler, un año completo de cuidado infantil y seis meses de comestibles, considera el reporte.

En este mismo informe de 2022, los hombres blancos no hispanos ganaban 54 centavos más por cada dólar obtenido en una jornada laboral, en comparación con las latinas.

Otra cifra indicaba, que los blancos que trabajan a tiempo completo y medio tiempo, se les paga $50,624 por año. Mientras que para las hispanas, esta ponderación era de solo $25,312 por año. Y para las latinas, que no nacieron en los Estados Unidos, era de $23,287.

En las mismas ocupaciones
Sin embargo, esta segregación ocupacional por sí sola no explica la brecha salarial, ya que las latinas suelen recibir salarios menos altos que los hombres, incluso dentro de las 40 ocupaciones peor pagadas, incluidos los empleos subvalorados como los cuidadores de niños, los asistentes de salud y cuidado personal a domicilio, las empleadas domésticas y los limpiadores y conserjes, las latinas reciben solo 73 centavos por cada dólar que se les paga a los hombres blancos no hispanos.

Por el contrario, las hispanas en las 40 ocupaciones “mejor pagadas”, enfrentan una diferencia salarial aún mayor, ganando solo 63 centavos por cada dólar, que los hombres ganan en esas mismas áreas.

Esto equivale a $45,000 menos anuales y una asombrosa pérdida de 1,8 millones de dólares a lo largo de la vida, destaca la actualización de NWLC.

Más educadas, igual mal pagadas

Lo más destacable en este análisis, que dibuja el año 2023, es que nuevamente se corroboró que las mujeres con formación universitaria, tienen ingresos más reducidos. La conclusión es que tener un grado de educación superior amplifica aún más, el margen de diferencia: la brecha salarial aumenta a 2,9 millones de dólares.

“Estas pérdidas a lo largo de la vida privan a las latinas de la oportunidad de invertir en su educación, en la propiedad de una vivienda y en su jubilación, lo que afecta no solo su capacidad de llegar a fin de mes, sino que también les impide generar riqueza generacional”, establece esta encuesta.

Aunque el nivel educativo suele considerarse un camino hacia la estabilidad económica, las hispanas suelen cobrar menos que los hombres blancos no hispanos, con el mismo nivel educativo y, a menudo, cobran menos que los hombres blancos no hispanos con un nivel académico menor, refieren estos datos.

Abismos… incluso con una maestría

“Por ello, estamos promoviendo políticas que apoyen a los sindicatos, cuando las mujeres forman parte de estas uniones, casi siempre, tienen salarios más altos. Igual estamos promoviendo políticas de transparencia salarial, para que los empleadores publiquen los salarios que ofrecen”, agregó Ramírez.

Además, las mujeres que trabajan a tiempo completo, durante todo el año, tienen que obtener un título de maestría para llegar a los $70,000 anuales, pero igual se revela una gran diferencia, porque en este caso, los hombres con solo un título asociado, pueden llegar a $62,000.

La contabilización de datos de NWLC, sostiene que las hispanas que trabajan a tiempo completo, durante todo el año, con un título asociado generalmente reciben $40,000, que es menos de lo que se les paga a los hombres que trabajan a tiempo completo durante todo el año, con menos de noveno grado, a quienes las ponderaciones nacionales lo acercan a $45,000.

Ante esta secuencia de números que muestran un contraste de ingresos, entre sexos, hay opiniones diversas.

“Me parece que estas diferencias tienen que ver mucho con los sectores. Yo trabajo en el sector hospitalario y de verdad que hay bastante paridad. No me quejo, ni pienso, que mis colegas masculinos tengan un salario distinto. Yo creo que estamos ahora en un momento de más equilibrio, si hablamos de los sectores profesionales, si lo comparamos con hace diez años”, indicó Raquel Limandi, una asistente médico de un hospital de Nueva York.

Hispanas e inmigrantes
Hay una tendencia que sigue manteniéndose: las hispanas que no nacieron en los Estados Unidos, independientemente de su formación universitaria, habilidades y experiencia, siguen enfrentando muchas dificultades para quisiera aspirar un ingreso medianamente competitivo.

Incluso entre los inmigrantes, hay algunas latinas que experimentan mayores discrepancias salariales.

En este chequeo de las ponderaciones de diversos grupos nacionales en los Estados Unidos, las mujeres guatemaltecas ganaron solo 41 centavos, las hondureñas recibieron 42 centavos y las salvadoreñas solo 47 centavos por cada dólar, pagado a los hombres blancos no hispanos.

Las mujeres españolas, son el grupo hispanoparlante en los Estados Unidos, con la brecha salarial más pequeña entre todas las trabajadoras latinas, aunque todavía suelen recibir 69 centavos por cada dólar pagado a los hombres.

Con precisión, se expone que de las féminas de origen latinoamericano, en general, el grupo de argentinas, chilenas, panameñas, costarricenses y puertorriqueñas el abismo salarial es más reducido, si se compara con las venezolanas, bolivianas, salvadoreñas, guatemaltecas, mexicanas y ecuatorianas.

¿Qué pasa en Nueva York?
En Nueva York algunos análisis han comprobado, que las mujeres profesionales siguen en general ganando mucho menos que los hombres, lo interesante es que siguen aumentando su tasa de graduación en la escuela secundaria y universitaria, con base a una investigación divulgada el año pasado por la organización Hispanas Organizadas por la Igualdad Política (HOPE)

La brecha de ingresos salariales para todas las mujeres en Nueva York, es mayor que todos los promedios nacionales, con 74 centavos por cada dólar ganado por un hombre.

Como precisa HOPE, a las latinas de Nueva York se les paga sólo 58 centavos por cada dólar ganado por un hombre blanco en 2021, en contraste con 82 centavos para las mujeres blancas, un número que se alinea con todas las tendencias nacionales.

En el caso específico de las latinas en la ciudad de Nueva York, ganaron solo 45 centavos por cada dólar obtenido por un blanco hombre. Dos centavos menos que en 2010.

En Manhattan, las ganancias de las latinas cayeron a 36 centavos.

Buenas noticias
También sigue en alza el promedio de féminas en Nueva York, en posiciones empresariales, que han roto la barrera de los $100,000 de salario al año.

Queda claro por el cruce de números del reciente reporte de HOPE, que las hispanas están muy motivadas por la educación superior en todo el país. Más aún en Nueva York.

Datos comparados entre 2018 y 2021, muestran que cada vez más latinas en Nueva York tienen posgrados o licenciaturas.

Pero, este avance se ve atenuado por las disparidades en curso en el porcentaje de mujeres blancas que reciben títulos de licenciatura, 24.3% frente al 15.6% de las latinas neoyorquinas.

De manera similar, el porcentaje de mujeres blancas en Nueva York con títulos de posgrado o profesionales, es más del doble que las latinas.

Las peores remuneradas:
8.2% de la fuerza laboral total del país representan las mujeres latinas, pero están sobrerrepresentadas en empleos mal remunerados y subrepresentadas en empleos bien remunerados.
16.2% de la fuerza laboral mal remunerada, representan las latinas, mientras que su participación en la fuerza laboral bien remunerada es de apenas el 4.1%.
31.5% de la fuerza laboral total son hombres blancos no hispanos, pero apenas el 18.0% de la fuerza laboral mal remunerada y el 41,3% de la fuerza laboral bien remunerada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *