La incisión es milimétrica y muy precisa, evitando así lesiones en áreas adyacentes
La aplicación de ultrasonido de alta intensidad (HIFU) es un procedimiento no invasivo que evita la cirugía abierta y permite que el paciente con Parkinson o temblor esencial alivie sus síntomas utilizando un haz a alta temperatura.
Diario Libre conversó con Cici Feliz, neuróloga originaria de Barahona con residencia en Madrid desde el año 2009, quien se ha especializado es una técnica que utiliza ultrasonidos para tratar los trastornos de movimiento y el dolor en pacientes con enfermedades neurodegenerativas.
Feliz, quien desde hace 11 años trabaja en la Unidad de Parkinson del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, se dedica a las terapias avanzadas de esta enfermedad buscando alternativas que mejoren la calidad de vida de los pacientes de forma significativa.
"El tratamiento con ultrasonido focal es utilizar una técnica nueva para un tratamiento muy antiguo, tanto para el Parkinson como los trastornos del movimiento, siempre, desde hace muchos años se han hecho lesiones cerebrales. Ya en la Biblia se hablaba de agujeros que se hacían en los cráneos para expulsar demonios cuando las enfermedades eran confundidas con espíritus malignos", dijo Feliz para iniciar la plática.
Indicó que esa forma de operar, con incisión craneal abierta, ha ido perdiendo campo, "porque es complicada y al final producía más daño que los síntomas que controlaba".
Explicó que la ventaja que tiene la técnica de ultrasonido frente a la estimulación cerebral a través de electrodos es que limita las complicaciones de la cirugía, como el sangrado o las posibles infecciones de la herida.
"Esta técnica nueva es una tecnología israelí, que utiliza a los ultrasonidos y la resonancia para producir una lesión milimétrica, perfecta, en una zona muy bien elegida del cerebro, donde se consigue controlar el síntoma, tanto el trastorno del movimiento como dolor, que también es otra área que se aplica, sin lesionar las áreas adyacentes, es una lesión muy precisa que te permite solo controlar ese síntoma", destacó.
"Los resultados son bastante buenos, llevan más de 10 años desde que se hicieron los primeros ensayos clínicos con esta técnica se hace ya en más de una decena de países alrededor del mundo y hay más de 4,000 pacientes intervenidos con esta técnica a día de hoy", agregó.
Específicamente, sobre el tratamiento para temblor inicial dijo que "podemos conseguir el mismo resultado con menos riesgo y más rápido".
El procedimiento
"El paciente está despierto en todo momento, se pone anestesia local para colocar el marco en la zona de la frente y en la zona de la nuca. El paciente está completamente despierto porque necesitamos su colaboración durante todo el procedimiento", apuntó la doctora.
A partir de ahí se explora para determinar el sitio donde se va a dejar la lesión, luego de que se localiza esa zona del cerebro, se aumenta la temperatura a un grado medio que permita ver si se está controlando el temblor o el síntoma en general.
"Esa lesión que yo hice con temperatura media es completamente reversible. Hasta que no estamos seguros, no aumentamos la temperatura lo suficiente como para dejar esa lesión permanente que es la que va a controlar el síntoma", precisó Feliz.
"Estamos unas dos horas y media desde que al paciente le colocamos el marco hasta que lo bajamos de la resonancia para llevarla a la habitación", comentó la galena sobre la duración del procedimiento.
Feliz señaló que la mayoría de los pacientes se quedan 24 horas en observación y luego son despachados a sus hogares, pero han tenido casos extraordinarios donde los pacientes han recibido el alta el mismo día del procedimiento.
"La mayoría de los pacientes se queda y se va al día siguiente, pero hay pacientes que están tan bien, que se dan de alta el mismo día porque no hay herida", resaltó.
Aclaró que en pacientes con Parkinson es prudente esperar a que tengan entre tres y cinco años de diagnóstico para hacer la técnica porque debe haber certeza de que no se trata de otra condición neurológica; en el caso del temblor esencial sí se puede utilizar en cuanto se diagnostica el paciente.
Ante la posibilidad de aplicar esta técnica en República Dominicana, la neuróloga contestó que "habría que poner mucho interés, sobre todo por los costos del aparato, pero no es imposible. Ahora mismo en Latinoamérica no tienen este tratamiento. México y República Dominicana han empezado a trabajar con terapias avanzadas, pero no con este procedimiento".
Otras aplicaciones
La especialista enfatizó que, aunque "la mayoría de los casos que se han realizado a nivel mundial son Parkinson y temblor, cada vez hay más casos de pacientes con dolor crónico como la neuralgia del trigémino, que se están beneficiando la técnica".
Destacó que el objetivo próximo es que el HIFU tenga más aplicaciones a nivel crónico, como la fibromialgia y otros tipos de enfermedades con dolor elevado.
Ejercitar el cerebro
La dominicana llamó a realizar ejercicio físico con frecuencia, vigilar la alimentación, evitar el tabaco, vigilar los factores de riesgos cardiovasculares y hacer vida comunitaria evitando el aislamiento, ya que eso contribuye a proteger el cerebro.
"Nueve de cada diez ictus se pueden prevenir", alertó.
Asimismo, instó a aprender cosas nuevas para activar las neuronas que se van quedando rezagadas, así como armar rompecabezas o ejercicios de sudoku.
"Si quieres aprender un idioma nuevo a tocar un instrumento musical, pues eso ya son puntos extras, pero, por ejemplo, algo tan sencillo como cambiar la rutina cambiar la forma de que tú llegas a tu casa del trabajo, cámbiala, y con eso ya estás estimulando el cerebro", concluyó Feliz.