Gobiernos de países como Países Bajos, Colombia y Sudáfrica han respaldado la orden de arresto de la CPI contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu
La decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) de emitir una orden de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra y lesa humanidad en Palestina, ha generado un amplio apoyo internacional, salvo excepciones notorias como Estados Unidos, que se ha pronunciado en contra de la medida.
Líderes y gobiernos de países como Francia, Irlanda, Países Bajos, Colombia y Sudáfrica han respaldado el fallo de la CPI.
Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, destacó que “la decisión de un tribunal internacional debe ser respetada y aplicada”. En el mismo tono, el ministro neerlandés de Exteriores, Caspar Veldkamp, aseguró que si Netanyahu “pisa suelo neerlandés, será arrestado”.
Desde América Latina, el presidente colombiano, Gustavo Petro, calificó a Netanyahu de “genocida” y llamó a acatar el fallo.
En tanto, Sudáfrica, que ya había denunciado a Israel por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia, reafirmó su apoyo a las acciones judiciales internacionales contra el líder israelí.
Rechazo desde EE. UU. y aliados cercanos
Estados Unidos, incondicional socio de Israel, rechazó categóricamente la orden de la CPI. “Estados Unidos no reconoce la jurisdicción de la Corte en este caso”, señaló un portavoz de la Casa Blanca, postura compartida por Israel.
Washington ha reiterado su apoyo a Netanyahu en foros internacionales, utilizando incluso su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear un alto el fuego en Gaza.
Otros aliados, como Hungría, Paraguay y Argentina, también criticaron la decisión de la CPI. El presidente argentino, Javier Milei, calificó la medida como un ataque al “legítimo derecho de Israel a defenderse”.
Por su parte, el ministro húngaro de Exteriores, Péter Szijjártó, tachó la orden de “herramienta política” y “vergonzosa”.
Respuesta desde Israel
Netanyahu y Gallant han respondido con contundencia, calificando la decisión de “absurda y antisemita”. Netanyahu defendió las acciones de Israel en Gaza como “una guerra justa” y acusó a la CPI de ser un “organismo parcial y discriminatorio”.
Gallant, por su parte, afirmó que la orden de la CPI “legitima a los líderes asesinos de Hamás”.
Reacciones palestinas
En contraste, la Autoridad Nacional Palestina celebró la decisión como un avance hacia la justicia internacional, en medio de lo que calificaron como un “genocidio” contra su pueblo. Hamás, que también enfrenta acusaciones, consideró que “la justicia internacional está de su lado”.
Aunque la CPI carece de mecanismos propios para ejecutar arrestos, los 125 Estados miembros están obligados a cooperar, aumentando la presión sobre Netanyahu y Gallant.
Sin embargo, las tensiones entre quienes respaldan la decisión y quienes la rechazan reflejan la polarización internacional respecto al conflicto palestino-israelí.