Sin el habitual intercambio en la frontera, las comunidades lucen menos activas
Las cinco provincias fronterizas de la República Dominicana vivieron tranquilamente su primera semana con la frontera cerrada y los comerciantes resistieron en calma el perjuicio económico que les causa la interrupción del acostumbrado intercambio comercial con Haití.
Muchos se han alegrado por la medida y la considera necesaria, pero la queja de la gente de negocios corre de norte a sur, y la pregunta es ¿hasta cuándo resistirán?
Las cuatro provincias donde hay pasos fronterizos oficiales tienen comunidades para las que el mercado binacional es fundamental en su economía. Estas puertas son las de Ouanaminthe-Dajabón, Belladere-Comendador (en Elías Piña), Malpase-Jimaní (en Independencia) y Anse-à-Pitre-Pedernales.