Los casos de agresión sexual siguen siendo difíciles de cuantificar
En su teléfono, Orit Sulitzeanu muestra varias fotos. Imágenes de mujeres sin calzones o cuerpos con huellas de probables agresiones sexuales: “Me resulta muy difícil verlas. Aquí se ve a una mujer de 19 años. Todos conocemos su nombre en Israel. Y aquí ves sus pantalones, que están limpios salvo la zona alrededor de las nalgas, donde hay sangre. Si hubiera estado sentada con sangre, estaría por todo el pantalón. Pero no, está muy localizada en sus nalgas. Eso significa que ha sido brutalmente violada. Porque nadie sangra así”, dice.
Estas fotos proceden de canales de Telegram y redes sociales. A veces son publicadas por el propio Hamás y recogidas por activistas antes de ser borradas, explica la directora ejecutiva de la Asociación de Centros de Ayuda a las Víctimas de Violación en Israel.