El juicio está programado para iniciar este lunes después de ser atrasado un semana
El demócrata de Nueva Jersey, de 70 años, y su esposa están acusados de aceptar sobornos de tres ricos empresarios en su estado natal y de realizar una variedad de favores a cambio, incluida la intromisión en investigaciones criminales y la adopción de medidas que benefician a los gobiernos de Egipto y Catar.
Los abogados de Menéndez dicen que se mantuvo dentro de las reglas y no hizo nada ilegal. Ha hablado con optimismo de montar una campaña de reelección el verano si es absuelto.
Pero incluso si escapa sin una condena, como lo hizo en un juicio anterior por corrupción en 2017, el daño causado a su reputación podría hacer que un regreso político sea casi imposible.
Los agentes del FBI que registraron la casa del senador en Nueva Jersey encontraron un alijo de lingotes de oro, valorados en más de 100,000 dólares, y más de 486,000 dólares en efectivo, algunos de ellos metidos en los bolsillos de la ropa que colgaba en sus armarios.
Sus compañeros demócratas en Washington, D.C., parecen haberlo descartado, alentándolo repetidamente a renunciar.
“La evidencia en su contra es vívida”, dijo Dan Cassino, director ejecutivo de la encuesta de la Universidad Fairleigh Dickinson. “Esto no es papeleo ni cheques: son lingotes de oro. Las imágenes son poderosas, y dado que los votantes de Nueva Jersey generalmente no saben mucho sobre los funcionarios que los representan, esto podría ser lo único que saben sobre Menéndez”.
Menéndez ha mantenido una postura desafiante.
“Soy inocente y lo demostraré sin importar cuántos cargos continúen acumulándose”, dijo después de que la acusación en su contra se actualizara nuevamente a principios de marzo para agregar cargos de que trató de obstruir la investigación.
Menéndez se vio obligado a renunciar a su poderosa posición como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado poco después de la revelación el otoño pasado de cargos que incluían soborno, fraude, extorsión y actuar como agente extranjero de Egipto.
Los coimputados
Los abogados del senador han sugerido en documentos judiciales que se defenderá en parte alegando que su esposa, Nadine, lo mantuvo en la oscuridad sobre sus tratos con los empresarios, que también están acusados en el caso.
Uno de ellos, el dominicano José Uribe, se declaró culpable y se espera que testifique. Fue acusado de comprar un Mercedes-Benz para Nadine Menéndez después de que su automóvil anterior fuera destruido cuando atropelló y mató a un hombre que cruzaba la calle. No enfrentó cargos penales en relación con el accidente fatal.
Los fiscales dijeron que el senador Menéndez intentó dos veces ayudar a Uribe al tratar de influir en las investigaciones penales que involucran a sus socios comerciales.
Otro hombre, Wael Hana, está acusado de sobornar a Menéndez por ayudarlo a conseguir un lucrativo acuerdo con el gobierno egipcio para certificar que la carne importada cumplía con los requisitos dietéticos islámicos. Los fiscales dijeron que Menéndez se ganó el favor de las autoridades egipcias a través de actos que incluyeron la redacción de una carta a sus colegas senadores alentándolos a levantar la suspensión de 300 millones de dólares en ayuda militar.
Menéndez también presionó a un funcionario de agricultura de Estados Unidos para que dejara de oponerse a la compañía de Hana como la única certificadora halal, dijeron los fiscales.